martes, 23 de junio de 2009

Un poema de Antenor Sandino Hernández

CAMINOS

No son solo caminos los que van hacia el río
los que van hacia el prado los que van hacia el mar,
los que van a la tarde por el pobre bohío ,
los que van por el llano bajo un claro estrellar.

Que también son caminos los del libre albedrío,
los que van hacia el alma como un verde palmar
Los que van hacia el beso el amor a buscar.

Los caminos son lágrimas que llora el Universo
por cuyas alamedas pasa en carroza el Verso
y la rima, descalza, tal si fuera una flor.

Dios nos dio para todos, los mejores caminos
los caminos del alba, los caminos divinos,
los caminos por donde solo pasa el Amor.

Antenor Sandino Hernández
Poeta Chorotega.

Un poema de Antenor Sandino Hernández

EL SERMÓN DE LA MONTAÑA

Es el justo. Helo aquí como viene…
Hasta el aire a escucharle se detiene…
son sus dulces parábolas tan suaves
Que a su acento de voz sueñan las aves.

Quién no le oye? Sus palabras son mansas…
Él habla del amor con voz celeste…
en su boca la Bienaventuranzas,
Son un panal de miel, de miel silvestre…

Él es bálsamo que unge toda herida…
él, con su corazón a quien no arredra,
Si él es la luz, la verdad y la vida?

Mas, los que no entendieron, por su seña:
quedaron por los siglos hechos piedra
escuchando el Sermón de la Montaña.

Antenor Sandino Hernández
Poeta Chorotega.

Un poema de Antenor Sandino Hernández

ALEGORÍA

Este Mercado Indio que cantando yo pinto
Es un Mercado Ideal con frutas de ideal…
Bajo a un cielo tolteca se llega a su recinto
Como grabado en piedra y en jícara y guacal.

Aquí hay de todo, amigos, desde mango retinto
Hasta el verde aguacate de planta vegetal
Y calabazos de oro para llevar al cinto
Llenos de agua del río y de luz matinal.

Este Mercado Indio lo vieron los Volcanes,
Cuando en su señorío soñaban los Dirianes,
Que un mecapal de estrellas llevaba puesto el sol.

Es un lírico Tiangue que en mis sueños se halla,
En donde mis poemas son dulces de papaya
Y la sandía, adentro, me guarda un arrebol.

Antenor Sandino Hernández
Poeta Chorotega.

Un poema de Antenor Sandino Hernández

YO

Yo no soy ningún príncipe, ni soy un espantajo,
Que no luzco monóculo ni dalia en el ojal.
Yo me fundí en los ásperos hornos del trabajo
Donde a golpe de mazo fui forjando mi ideal.

Buscando a Blanca Nieves voy por el rudo atajo,
Yo llenaré de ensueños sus zuecos de cristal.
¡Con un gesto impasible yo pasaré debajo
del Arco de la Muerte con la flor inmortal!

Yo no soy de esos poetas que usan largas melenas.
Que trovan a la luna melancólicas penas,
Yo cinceló mi canto con amor y verdad.

Yo no le rindo a nadie más que al Sol vasallaje,
Yo soy de aquellos indios que llenos de coraje
Morían por sus ídolos y por su libertad.

Antenor Sandino Hernández.
Poeta Chorotega.

COPLA AL JOVEN POETA

COPLA AL JOVEN POETA

¡Se regocija mi corazón!
¡Y el cielo con laureles de luz
bendice su camino!
...
Del joven poeta se habla,
Y del libro por salir;
A la nueva obra el aplauso
Y al joven por producir.

"De tal palo tal astilla",
Dice el refrán popular,
Y éste del que yo les hablo
Él ya ha iniciado su andar.

Y a los finales del mes
Será su presentación,
De la "Nueva Antología",
De mí querido León.

Doblemente agradecido
"Hijo y Poeta" es Señor,
Y al servicio de tu Gracia,
¡Dios, él es mi hijo mayor!

Bendice su primer libro
"Poemas y Pensamientos",
Riégale tu gracia plena
¡A sus dulces sentimientos!

Autor: Edmundo Icaza Mendoza.
Mar Abr 24, 2007 1:59 pm

YO, EN LA NADA

¡YO, EN LA NADA!

¡Vago en el denso vacío espeso…
de la hondura!

***
Avanzando en la nada del vacío
caigo y me hundo, subo y me elevo
en la plenitud y escasez del pretérito,
y en la pesadez de la gravedad del letargo.

Medito en el asombro del abismo del hoy,
espeso en la nada, denso y pesado; saturado
y liviano en el vapor: efluvio que emana,
y en el que sigo braceando en la profundidad
de la ausencia.

Y en la presencia abandonada de la sima,
vago y levántome en el cerrado vacío negro,
y me veo a mi mismo, idéntico, igual,
pero diferente, desigual, en el inmenso espacio espeso.

Me veo suspendido y no estoy.
Estoy y no me veo suspendido
¿Será que no seré?
¿O seré lo que no es?

Sólo lo irreal existe.
Ni la nada, ni la noche, ni la oscuridad.
Ni tinieblas, ni lo espeso, ni la nada.

Parece que no soy yo, algo se sumerge en la ausencia.
Pero sigo vagando en el vacío de la nada.

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
8:16 p.m. del 8 de noviembre de 2008.
Colonia 4 de Mayo. Zaragoza. EDICAMEN.

ARDIENTE SON TROPICAL

ARDIENTE SON TROPICAL

¡Canto el canto, de la canción
de mi son tropical!

***
Te dedico este mi canto:
“Ardiente son tropical”,
Con ritmo muy especial,
Para alegrarnos un tanto.

Con el canto y su alegría,
Con la brisa, sol y mar,
A manos llenas yo dar,
Alma, verso y corazón.

Porque a gozar y a bailar,
Todo mundo a Poneloya,
Y especial mi amigo Moya,
Con guitarra, ron y son.

Un “sopón” tendrá que hacer,
De pescado, jaiba y punche
Cada quien con traste o chunche,
Para su buena porción.

Alegría, canto y sol,
Todos a gozar mi canto,
Al ritmo del son por tanto,
Abriendo tu corazón.

Porque te canto mi canto,
De este son que es muy “Nica”,
Y bajo este sol que pica
¡Mi Ardiente Son Tropical!

Autor: Edmundo Icaza Mendoza

ALMA Y CUERPO DE ENSUEÑO

ALMA Y CUERPO DE ENSUEÑO

Soñé despierto contigo,
En esos sueños que acostumbro
[a soñar.

Sentí tu figura, tu fragancia,
y el temblor de tu alma
junto al alma mía.

Por la puerta que da a la calle,
entraste cubriendo con tu hermosura
[el rectángulo de la puerta…
¡Y bebiéndote por entero la luz de la mañana!

Radiante, grácil, con tus zapatillas bajas,
te sentí inmensa, te vi serena, saludable,
grandiosa, en tus líneas dotadas de frescura.

Vértigo sublime, acariciante regazo,
escala de ronroneos complacidos,
extensos, vastos , vividos en la inhalación
de olores, el olor de ti delicada Mujer!

Edmundo Icaza Mendoza
5:42 del 2 de julio de 2007
Colonia 4 de Mayo. Zaragoza.

ALEGRÍA EN LA MAÑANA

ALEGRÍA EN LA MAÑANA

¡Júbilo grato!
¡Y sentimiento vivo en mi corazón!

***
La alegría estalla en esta mañana.
Y la inspiración aparece como una rosa,
abriéndose al sol, coqueta y galana,
radiante y pura; pulcra y deliciosa.

Mañana suave de oloroso jardín.
Fragantes ondulaciones provocativas.
Sonoros y olorosos besos a carmín,
y llamas de soles en mi corazón cautivas.

Vientos embriagantes de caricias bellas.
Apacibles tonadas de canción de cielo,
miradas tiernas de concierto, y ellas
las deidades en la flor de mi anhelo.

Ondas suaves de dulzura y embeleso.
Señales de voces y rumores fascinante.
Inspiración de amor sacrosanto y de eso,
el eterno canto y de ellas su sentido amante.


Edmundo Icaza Mendoza.
10:54 a.m. del 29 de Septiembre de 2007
Colonia 4 de Mayo. Zaragoza.

AGUARDANDO

¡AGUARDANDO!

¡Un Domingo de Ramos
pensé en la espera,
de mi propia espera!

***
Murió la flor
un día.
La hora
le llegó
al rendir
su ritmo,
alcanzado
en la consonancia
de la vida.

Que entre estaciones
en tiempos
floridos,
brillaron
encendidos
sus colores.

Y sus flores en requiebros
y aromas
perfumaron
mi existencia
mi edad,
mi tiempo,
término
y ocasión,
en el que hicimos,
aspiré e hice,
asomo
de una muestra
de mi propia pauta.

Hoy,
se ha extinguido
para siempre
en el adiós,
que con el viento,
corre en el espacio
en sucesivos momentos
esperando en la calma
de mi apacibilidad,
de aquel torbellino
de la jovial tempestad.

Autor: Edmundo Icaza Mendoza
11:30 a.m. de 1abril de 2007
Colonia 4 de Mayo. Zaragoza.
León, Nicaragua.

viernes, 6 de junio de 2008

UN CORAZÓN QUE LATE EN EL CORAZÓN INDÍGENA

UN CORAZÓN QUE LATE
EN EL CORAZÓN INDÍGENA

¡Doña Transito Berríos, una escuela
de amor y perseverancia!

***
Cuando conocí tu historia
(se avivó mi pulso;
y mi corazón, entre latido y latido,
abrió los surcos de la sensibilidad
en los que fueron depositados,
(una a una la semilla fértil,
de la perseverancia de tu alma bondadosa.

De tu pertinaz misión que empezaste
con tesonero amor,
y de tu sonrisa que al recorrer tu ánimo,
Levantóse al Sol en reverencia,
─me cuentan los sutiavas─,
que en salutación te inclinabas,
(ante la quebrada grácil
en una ceremonia susurrante, de todos los días,
refrescando tu camino y tu alma,
en el júbilo permanente de tu canto
que por amor, esparciste a tu raza.
¡Casta de nobles ideales!

Desde la humilde choza, tus ideas,
(levantáronse,
y cimentadas, en raíces intensas,
hurgaste en el corazón inagotable
(de muchos,
con el hermoso sueño de una ¡Escuela!
para alzar la espiga del saber,
florecida en la alegría de los niños.

Por eso, en el palpitar, de tan esplendorosa
(historia,
y al oír los hechos, pulsa el corazón vertiginoso
por mi mente: “El vengan a mí los niños”.
Y en aquellas palabras de gran consonancia:
“Y también enséñenles a leer y escribir”.
Y fueron reuniéndose así, de tu luminoso ejemplo,
tu ascendencia edificante y constructora,
en loable empeño —de tu diario caminar—,
conjugándolo con la perseverancia más pura,
al cursar el cuarto y quinto grado,
a los sesenta años de tu vida ejemplar.

Sueños de ayer y de hoy
(hechos realidad,
y de tu alma cantando en silencio,
y tus ojos extenuados
(por el paso del tiempo,
vemos en esa profundidad de apóstol,
sonreír con la serenidad de india,
la satisfacción de abrir tu vida diáfana,
—tu secreto: la perseverancia—,
y la amorosa comprensión del esposo,
que paciente, vio de tu lucha estoica,
siempre firme, en la entrega del amor,
para que hoy, depositemos en tu dulce frente,
una corona de laureles, por tu reto,
¡En el corazón de Sutiava!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
4:00 p.m. del 27 de octubre de 1996.
Radio Venceremos. EDICAMEN.

UN PEQUEÑO PARAÍSO

UN PEQUEÑO PARAÍSO

Al Poeta Enrique de la Concepción Fonseca,
del Consejo de Ancianos de los Indígenas de Sutiava.
¡Dicha y Bendición lo envuelve su pedacito
de Edén!

***
Un pedazo de bien terrenal
Sentí vivirlo entre la risa franca
Y natural del “Río Escondido”,
Que enredado entre la bella floresta
del remanso
Deslizábase alegre y libre
Con la delicadeza de manantial delicioso,
Entre aquellas plantas frescas y agradables,
Que me inspiró el placer de sentir la vida,
¡Y la maravilla del sentir de estar vivo!

Respiré profundo… Y de paz se llenó mi pecho.
Y mi mente, jugueteando alegre, yendo y viniendo,
Entre la sombra de vegetación tupida,
Invitó a mi Musa para cantar lo bello
Y la dicha, de este pequeño mundo.

El tiempo y los hechos
Recorrieron mi alma,
Y sumergiéndome,
Y alzando mi vuelo a lo ignoto,
Y viajando en el misterio
De lo que es,
Mi espíritu se embriagó de ambrosía
De lo que sólo yo sentí
Y lo pude ver.

¡Bendito paraíso terrenal!
¡Y bendiciones a los hombres que tienen
[el don del Amor!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
4:00 p.m. del 12 de Octubre de 1996
Río Escondido. Un vez que visité al Poeta de
Sutiava. EDICAMEN.

A JOSÉ DE LA CRUZ MENA

A JOSÉ DE LA CRUZ MENA

¡Un iluminado del alma!
Dedicado a José María Jerez, (Chemita).

***
¡León!
En tu corazón de música
Y poesía,
Se abre la Gloria
De la fecunda inspiración.
Eres vertiente inagotable de vida,
Que interactuando
En el devenir del tiempo,
Enseñas a nuestro Espíritu
¡La Suprema Armonía del Alma!

¡OH, Maestro MENA!
Tú que floreciste en el vals
Con las sagradas notas
De la sensibilidad humana.
Tú, que conservas la transmisión
¡Del Espíritu Liberado!
Tú, que derrochas en cada pentagrama
La percepción interior de la vida,
Has logrado que tus hijos,
Pulsen la Lira, la Fe y el Intelecto
Para iluminar este camino
Lleno de confusiones,
Y buscar la grandeza
¡De lo trascendido!

¡OH, Maestro MENA!
En tu íntima convicción
Y en la voluntad de hacer,
Marcaste tu brillante inspiración.
Y con tus notas melodiosas
De una mente fecunda,
Traes permanente al corazón
¡La Armonía del Alma!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
8:00 a.m. del 7 de Mayo de 1995.
Colonia 4 de Mayo. Zaragoza.
EDICAMEN.

jueves, 5 de junio de 2008

IVANIA

IVANIA

¡Para Martha Ismania Mendoza Gómez.
Que descansa en la Paz del Señor!

***
Con tu juvenil atención
Derrochabas entusiasmo
(y alegría;
Con tu nobleza de corazón
Lo abrías al unísono,
Jovial,
Atento,
Como sustento espiritual
De la amistad,
Para entregárselo
al amigo
al vecino
y al familiar.

Te recordaremos Ivania,
Por la grandeza de tu alma;
Por tu despliegue de bondad
Que jugueteando sin parar
Hacías sentir bien al corazón.

Hoy Ivania,
En un sitio especial
Estoy seguro que estás,
Repartiendo sonrisas,
Rodeada de amor y armonía,
En lugares delicados y suaves
¡Envuelta por la Paz de Dios!

Tu ánimo atento, Ivania,
Lo tengo presente,
activo, laborioso
Que envueltos en la cordialidad
de siempre
Nos animabas a todos,
En la manifestación del dar
y del recibir
Sin contratiempo alguno.
¡Por eso te recordaremos,
Por siempre, IVANIA!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
2:20 p.m. 2 de Mayo de 1995. Casa Solariega
de Noel “la Gata” Mendoza. Telica.
EDICAMEN.

AMIGA

AMIGA

Dedicado a Doña María
Lidia Hernández Ruiz. ¡Florecido en
el tierno cariño de la Amistad!

***
Apreciable amiga.
En verdad te saludo
en tu día,
Porque en mi corazón
lo siento,
Y, al valorar mis sentimientos,
Estos se deslizan
suavemente,
En la profundidad
de mis ensueños,
Para abrir la ventana
del corazón,
En esa comunicación sensitiva,
Que se prende en el alma
Como broche de luceros,
En un amanecer
tierno y fresco,
Que depositado con un beso
Le rindo culto a la ¡Amistad!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
10:00 a.m. del 28 de Marzo de 1994
Radio Venceremos. EDICAMEN.

EL ÁRBOL, EL VIENTO Y TÚ

EL ÁRBOL, EL VIENTO Y TÚ

¡Katty, mi Musa de ensueños
y Esperanzas!

***
Cuantas veces,
En mis monólogos internos,
Me he preguntado una y otra vez,
¡De qué y porqué conversan tanto!
¡Y con permanente acento!

¿Pero qué lenguaje es ese?
¿De que susurran las ramas y el viento?
Será que hablan del encanto
De su cabellera suelta,
O de su ternura
Del romance fiel.

Hay un lenguaje de saltarín gozo.
Risueño, expresivo…
Sencillo y armonioso.
Un lenguaje de roce y roce
Cuyas hojas
El viento envuelve,
Para formar un follaje de sombra
Donde se mece,
Enternecedora
La frescura de tu
En la calidez del sol.

Oh, misterioso susurro…
Lenguaje de vida
Que estampado en mi alma
Me descifra el lenguaje de Dios.
Y en el regazo de la sombra,
Hablamos
Yo, y el viento.
Tú, y las hojas.
Nosotros los dos.
E árbol y el sol.

Hay sílabas que hacen palabras
Y oraciones con verbos activos.
Hay un lenguaje sencillo
Que salpica mi alma,
Y que caminando
Por el sendero de Dios,
Se presenta
La esperanza de la vida,
¡La Esperanza de los dos!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
1:30 p.m. del 8 de Noviembre de 1993
Frente a las Pilas. El Laborío.
Leído el 21-01-94 en el Paraninfo, UNAN.
En el acto anual del CEPA, León.

UN BRINDIS Y UN RECUERDO

UN BRINDIS Y UN RECUERDO

¡En todo momento, pienso con añoranza,
En mi Nicaragua bella!

***
Hay en mí
Una sensación
Mezcla de nostalgia
Y alegría.

La sonrisa florece
En todos los rostros
Y el gozo,
Brilla jugueteando
Entre las muchachas bonitas,
Y un pensamiento
Al recuerdo de Carlos
Viaja a Nicaragua.

¡El Carnaval comienza!
Berlín
Se abriga de calor humano,
Y festivo
En la suavidad de ondas,
Se pasea enamorado
De la noche.

La música tierna
Y a veces cálida
Expresiva va tejiendo
Entre Lenguas y signos,
Un solo espíritu:
¡La Amistad!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
10:00 p.m. del 19 de Noviembre de 1988.
Berlín, RDA – Alemania. EDICAMEN.

EN ISABELIA NACIÓ UNA LUZ

EN ISABELIA NACIÓ UNA LUZ

¡Fue una luz brillante que anidó en los pechos
de corazones valientes!

***
Entre notas armoniosas
De nuestro folklore.
Entre recuerdos, imágenes,
Y emociones,
Se fue tejiendo ese 8 de Noviembre
¡Una idea indeleble
De Libertad!

Con destellos de flores
Y cantos alegres,
Todos saludaron a Carlos,
El hombre recio
Y futurista de encanto.

Y como una coincidencia Histórica,
¡Fulgurante!
Ese mismo día,
La Cordillera Isabelia
Se hizo Luz,
Y su luz se proyecto
En Unidad.

Unidad que anhelamos en el presente.
Y como rosas rojas abiertas al mundo,
Incubamos para el Futuro
¡La Esperanza de la Paz!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
800 a.m. del 8 de Noviembre de 1992.
Radio Venceremos.

LA NIÑA DEL RÍO

LA NIÑA DEL RÍO

¡La esperanza se escurre entre
la fisura de la desilusión!

***
La niña del río
Con su motete de ropa,
Baja, Baja, y Baja,
Las gradas del puente
Un 25 de Diciembre
Del setenta y cuatro.

La niña del río
Con su motete de ropa,
Lava, lava y lava,
Sobre la laja,
Su motete de ropa
De la desesperanza.

La niña del río
Con su motete de ropa,
Dobla su débil figura.
Y lava, y lava… y suspira,
En las Navidades
Del setenta y cuatro.

Y, mientras lava y lava,
Hay risas y gritos,
Y por encima del puente
Se escuchan los pitos.
Y la algarabía de todos los niños,
Suena por doquier.

La niña del río
Con su motete de ropa,
Una lágrima suelta
Desde la profundidad
De su tristeza.
¿Existirá el Niño Dios?

Y a la niña del río
Le soplan los vientos,
De aquella alegría.
Y los sollozos de aquel
Medio día, responde:
¡Para ti, un motete de ropa!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
10:00 a.m. del 25 de Diciembre -1974
Puente Mayorga. Bajo la sombra del
Tempisque. “Las Pilas”. El Laborío.

TU DESDEN DUELE

TU DESDÉN DUELE

¡A pesar de tu desdén
te buscaré por doquier!

***
Mi amor por ti duele,
Y mi pecho atormentado revuélvese
Inquieto en tu búsqueda permanente.
Pero tú, con tu desdén,
Sacrificas la ternura
Del amor en el justo éxtasis
Del caminar inexorable
Del amor que para ti será perdurable.

Y mi pensamiento que te busca
[a cada instante,
Vierte ideas íntimas y regias
[que galopan
En la adoración profunda,
De un amor que es grande, real,
[maravilloso,
Pero que tu desdén
Que hiere a mi alma atormentada,
Y que se atribula sin mitigar la pena,
De esta pena, que al invocarte a ti,
A plenitud de conciencia,
De ese don de dar, aunque por ello,
Dolor se reciba.

Es la misma pena doliente
Que me has hecho padecer.
Y de verdad que duele,
Y más aún porque estas ahí,
[toda, única, plena,
Alzándote imperturbable,
[impenetrable e intensa.
Y revelándose de mí, el dolor,
Que mora íntegro,
Estremecedor,
Cimbrando hasta el mismo centro de mi pasión.
Y, aunque, tu desdén, martirice el alma mía,
La inmensidad de mi amor, por ti, será perdurable.

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
5:15 p.m. del 4 de Mayo de 1974.
Parque San Juan. León.
EDICAMEN.