ALMA Y CUERPO DE ENSUEÑO
Soñé despierto contigo,
En esos sueños que acostumbro
[a soñar.
Sentí tu figura, tu fragancia,
y el temblor de tu alma
junto al alma mía.
Por la puerta que da a la calle,
entraste cubriendo con tu hermosura
[el rectángulo de la puerta…
¡Y bebiéndote por entero la luz de la mañana!
Radiante, grácil, con tus zapatillas bajas,
te sentí inmensa, te vi serena, saludable,
grandiosa, en tus líneas dotadas de frescura.
Vértigo sublime, acariciante regazo,
escala de ronroneos complacidos,
extensos, vastos , vividos en la inhalación
de olores, el olor de ti delicada Mujer!
Edmundo Icaza Mendoza
5:42 del 2 de julio de 2007
Colonia 4 de Mayo. Zaragoza.
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