EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
Es el justo. Helo aquí como viene…
Hasta el aire a escucharle se detiene…
son sus dulces parábolas tan suaves
Que a su acento de voz sueñan las aves.
Quién no le oye? Sus palabras son mansas…
Él habla del amor con voz celeste…
en su boca la Bienaventuranzas,
Son un panal de miel, de miel silvestre…
Él es bálsamo que unge toda herida…
él, con su corazón a quien no arredra,
Si él es la luz, la verdad y la vida?
Mas, los que no entendieron, por su seña:
quedaron por los siglos hechos piedra
escuchando el Sermón de la Montaña.
Antenor Sandino Hernández
Poeta Chorotega.
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