LA NOCHE… UNA SÁBANA EXCITABLE
***
Las 11:05 de la noche. El pulso nervioso
del reloj digital me anuncia excitable,
que el tiempo se detuvo en el latido de la noche.
Misteriosas sensaciones percibo, al asomarme
por el espacio pequeño y escurrido patio,
que me permite extenderme en el oscuro cielo.
No hay luna, sólo un puñado de estrellas
adheridas a lo negro inmenso de la oscuridad
que me va despertando misteriosos deseos.
Siento el despertar del deleite de la carne,
del vigor y la fuerza. Con vehemencia se avivan
apetencias en arrebatos de complacencias.
Nervio que se levanta a la vida y que asido
a los apetitos ocultos, se yergue altivo, envuelto
en velo de visiones y de sensuales versos.
Versos leídos en excitativas líneas, que giran
en arrebatadas explosiones, por lo que quisiera
tener a mi lado a la autora de esa pasión de fuego.
¿Y la noche… y la oscuridad…? viene dando énfasis
a la avidez de pensamientos… ¿y los recuerdos?
aparecen con alucinantes deleites y emociones.
Y la testa que se yergue con su corona de rosa,
tersa, imponente, con un lustre señorial,
mirando hacia arriba, apuntando hacia el cielo.
¡¡¡La noche palpita en mil recuerdos… y sacudidas!!!
Edmundo Icaza Mendoza
11 de febrero de 2011.
12:00 en punto.
Colonia 4 de Mayo, Zaragoza.
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