martes, 19 de junio de 2007

Poema de Edmundo Icaza Mendoza

EN LA FINCA DE MI ABUELA

¡Embebido de sudor, con mucho miedo,
pero lleno de felicidad, me desperté sin
despertarme!


Soñé,
que un cosquilleo recorría
todo mi cuerpo, toda mi vida,
y que mi vida que se llenaba
de una sabrosura increíble,
que me entumía y me desprendía la vida
y que me llevaba a la muerte,
y que me la devolvía en increíble dicha
en un sueño que desperté sin despertarme,
y despierto seguí soñando esa delicia
que me ahogaba y me revivía
de algo, que ni imaginarme puedo,
y que ni con palabras lo puedo describir.

Soñar y vivirlo, fue uno solo,
y al despertar que me sentía morir,
por lo que quería seguir soñando,
y despierto seguir viviendo
esa maravilla, de indescriptible delicia,
de lo que ya no sé si es verdad
o de lo que ya no sé si es mentira.

Anoche soñé un sueño
sabroso,
riquísimo,
y bello.
De sabrosura increíble,
del que me sentí morir
y revivir al mismo tiempo.

De esa noche, que soñé un sueño,
que me parecía que era verdad
o que era mentira
y que no puedo decir, de lo que vi
ni de cierto de lo que yo sentí,
de corriente delirante
y que de calentura ardía
y de felicidad se llenaba mi vida,
y de un ¡Ay mamacita!
¡Me muero!
Sentí que grité
Casi, pero casi, ahogándome.

Ayer soñé un sueño
De lo más bello que he soñado
Y de por cierto vivido.

¡Y aunque me muera!
¡Quiero volverlo a soñar!
Riquísimo
Delirante
Y bello.
¡Así de nuevo
lo quiero soñar!


Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
8:00 a.m. 10 de diciembre de 1958
Finca de mi Abuela Cleotilde Parajón
EDICAMEN.

No hay comentarios: