A UN BATALLADOR POR LA LIBERTAD
¡Descubrí en corazón recio, el temple
Luminoso por la lucha libertaria!
***
En una noche sin luna
En el interior de una destartalada cuarterilla,
Y en una de las mal llamadas piezas,
Y en espacio separado por tabique de madera,
Esperábamos, Edgar Murguía Álvarez,
Chepito Lacayo y yo, la visita del regional
(del occidente del país.
Alumbrados apenas con bombillo
De Luz tenue de “achón” parpadeante,
En la profundidad de una noche
Que abría su largísimo galillo oscuro, sin fin;
Una noche interminable, tensa y expectante,
Que a empellones, también se hacía su lugar
En el cuartucho aquel.
Un hombre grande abarcó el marco de la puerta.
De rostro serio pero luminoso.
De espalda ancha de Coloso Legendario,
Y disfrazando su pelo de café-rojizo o café oscuro,
Absorbió por completo la luz, quedando encendida
En un solo haz, la antorcha de temple libertario,
Y en el mismo ambiente, el palpitar de un corazón recio
Que estremeció a la noche.
Empezó la conversación:
¡Enérgico pero de tono suave!
¡Delicado pero franco!
¡Crítico, pero guía conductor en el dominio
De hacer las cosas!
¡Severo, pero generoso en el palpitar
De un corazón recio
Con temple luminoso por la lucha libertaria!
Con una sonrisa limpia, haciendo énfasis
En un saludo fraterno, extendió la mano
De Titán, y al estrecharla, comprobé
Que en ella, había energía de un Espíritu
De brillo y arrojo por la ¡Libertad de Nicaragua!
¡Más tarde me daría cuenta
que era José Benito Escobar!
Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
10:00 p.m. del 22 de Julio de 1967.
Colonia Guevara Lindo: Esquina de las Guatusas
½ c. arriba. EDICAMEN
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